Podemos aprender mucho de los bebes. Cuando un bebe nace,
esta completamente sin defensas, dependiendo totalmente en la protección de sus padres. Durante estas vacaciones pude observar un poco a mi nieta Victoria. A los dos años ella puede hacer muchas cosas por si misma. Ya camina, y corre, y juega, y hasta puede tener conversaciones pequeñas. Pero en todo lo necesario para sobrevivir, todavía depende en sus padres. Dios quiere ese tipo de dependencia de nosotros hacia El.
Por ejemplo: cuando Victoria quiere comer, ella se lo pide a sus padres. No sabe de donde viene la comida, como se pago la comida, no sabe como provean la comida – pero sabe que por seguro sus padres le proveerán la comida. Dios quiere que nosotros tengamos este tipo de fe.
Muchas veces le pedimos a Dios que provea nuestras necesidades pero tenemos demasiado preguntas — como va a proveer? de donde sacara Dios para darnos a nosotros? y si Dios no puede que haré yo? — Si hay algo que podemos aprender de un bebe es que ellos entienden que sus esfuerzos son fútiles y con fe total debemos de depender en Dios.
Santiago 1:6-7 dice, “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.”
—Pastor Ismael Mendoza